Invierno 2019 – 2020

enero 18, 2020 Pierre Rivero

Artepoli no acostumbra a hacer números temáticos, pero en esta ocasión ha dedicado muchas de sus páginas a una de los más apasionantes tópicos del arte y de la vida. Me refiero a la sexualidad, a la contundente presencia del sexo en la creación artística y de su representante más habitual: el desnudo.

La idea surgió con la espontánea coincidencia de los dos primeros textos enviados para este número: Entre polvo y polvo, ¿qué? de Marta María de la Fuente Marín y El desnudo femenino como objeto artístico y sexual de José Pérez Olivares. El primero analiza la película Love del controvertido cineasta argentino radicado Francia Gaspar Noé, el segundo investiga profundamente el desarrollo del desnudo femenino a través de la historia del arte, haciendo notar, entre otros aspectos, su relación con las vanguardias, el uso de la desnudez como soporte en el discurso de algunas notables artistas contemporáneas y la influencia que tuvo la fotografía, desde sus inicios, en la representación pictórica.

Del propio Olivares nos llegó también su poema erótico sobre el rey David y un artículo sobre Balthus, artista satanizado por su atención a la sexualidad en las adolescentes, luego, ya más consciente de que este número tomaría este rumbo, Osvaldo Moreno (Ovidio Moré) nos hizo llegar sus refinados y calidísimos sonetos que acompañamos con las imágenes de Egon Shiele. Su investigación sobre el conde Waldek, interesante sujeto que ilustró sin tapujos el libro Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino, fue avivando el fuego de esta edición, cuyos comentarios más demoledores encontramos en el pequeño texto Veo un pene y un becerro y salgo corriendo, de Gregorio Vigil Escalera.

Pero como decía al principio Artepoli no se caracteriza por hacer números temáticos, el resto de los artículos se escabulle de este tema general y aborda la obra de muy interesantes artistas, proyectos colectivos y un nuevo espacio multidisciplinario que promete convertirse en leyenda.