L’alquímia de l’amistat Pierre D’Huparlac, alquimista del color

Ca l’Antiga presenta una exposición de pintura muy especial porque tiene dos lecturas muy enriquecedoras. La primera es visual: la pasión de Pierre D’Huparlac por el color y la abstracción, no es una mera cuestiona de ‘estilo’, la abstracción es para él una filosofía. La segunda es humana: la amistad y la colaboración con el pintor Paulí Josa que se convirtió, durante su estancia entre nosotros en una suerte de concierto de sensaciones y emociones que traspasan las telas por sentidas y compartidas

Pierre D’Huparlac se define como un investigador plástico, un alquimista del color.
«Para mí, la abstracción es una búsqueda de estética universal».

.Pierre Dhuparlac es francés; originario de un pequeño pueblo del norte del Aveyron. Comenzó a pintar a los 12 años y muy pronto le fascinaron los maestros del claro oscuro, copiando durante mucho tiempo a Jean de la Tour, Rembrandt o Caravaggio. Por lo tanto, es fiel al claro oscuro, al trabajo de la luz y a la combinación juiciosa de tonos y armonías. El encuentro entre Pierre D’Huparlac con el gran artista Pierre Soulages, a quien sigue con interés desde hace años, le conforta en la dirección elegida de la abstracción y pinta en 2009 una serie de telas que son un homenaje a este artista titulado «Du noir au blanc ou de Conques à Soulages». Las obras se han expuesto en Conques, Rodez, etc.
La abstracción habla al corazón del nombre…

Después de una etapa clásica y otra etapa surrealista, Pierre D’Huparlac llega a la abstracción como quien entra en religión, porque la abstracción pictórica es un universo particular que te absorbe y te alimenta. Con la abstracción ya no hay referencia a la figuración o a los códigos del mundo físico, es el abandono de la figuración como referencia universal y de una forma de realidad.

De hecho, yo hablo al corazón de los hombres, a su consciencia profunda porque, cuando nos confrontamos a la belleza nos situamos fuera del tiempo, es un momento de gracia, un momento de pura espiritualidad sin que haya ninguna referencia a una iglesia o creencia. Este momento transciende cada ser y lo nutre de vibraciones positivas y de emociones de placer.
La abstracción percute directamente el fundamento de las emociones, eliminando todas las fronteras culturales. Un chino, un americano, un esquimal y un africano entiende de pronto el mismo lenguaje.
De alguna manera el artista es un alquimista que sondea las almas dispuestas a ver y a escuchar.
La alquimia de la amistad

Pierre Dhuparlac es un pintor itinerante. Ir al encuentro de otros artistas es parte de su concepción artística. En 2014 pasó casi 6 meses en Madagascar y 3 meses en Barcelona donde comparte taller con Paulí Josa. En 2017 pasó 3 meses en Asia del Sur-Este y siempre para trabajar con artista del territorio, descubrir su pintura, intercambiar impresiones, emociones y tal vez, iniciar una colaboración que provocará otro reencuentro, el de dos universos.

Pero el encuentro y la colaboración con Paulí Josa, llamado Animaldepintor, en Barcelona ha sido determinante para Pierre D’Huparlac.

«Después de un primer encuentro en 2013, donde confrontamos nuestros universos y nuestras técnicas respectivas, Paulí me dijo: Pierre esta es tu casa, este es tu taller. Una frase que no olvidaré».

«Trabajamos juntos muy a menudo y, a veces, hasta a cuatro manos en las mismas telas, compartiendo así nuestras visiones y nuestras maneras de dominar la tela, las tintas y las armonías…».

«De vuelta a Burdeos prolongué mi trabajo y percibí el cambio que se había evidenciado en mis telas y que, de hecho, la alquimia había funcionado».