Volviendo Al Origen Del Surrealismo | ARTEPOLI
Valdif. Pintor-ceramista
Clasificar el estilo de un artista en los tiempos actuales puede ser mas o menos complejo dada la variedad de tendencias, movimientos y enfoques que se le da a las obras contemporáneas. Muchas de ellas podrían entrar en diferentes listas dependiendo del curador o experto de turno. Quizás, en esta confusión de etiquetas imperante, se califican con mas claridad las obras que llamamos surrealistas. La mayoría de ellas parten del realismo en su técnica, pero hacen acopio de elementos reconocibles, dispares o deformados conformando una escena irreal. Como escena onírica se califica en muchos casos. Una escena perteneciente al mundo de los sueños donde la realidad es reinterpretada en el trance del sueño del artista que después es llevada a la luz en su obra, o simplemente la obra de un artista dando rienda suelta a su imaginación, componiendo esas escenas imposibles.
Esta visión de lo que es el surrealismo impera habitualmente. Es conocido que este movimiento se creó a partir del famoso manifiesto de André Breton en 1924, pero es menos conocido que Bretón incidía especialmente en la y otras formas de “canalización” psíquica como la auténtica fuente de la que parte la visión surrealista. Ese es el verdadero origen. Nadie quiere hablar hoy de la relación que esa llamada tuvo en su momento con el espiritismo. Con información que en muchos casos puede trascender lo humano o físico. Es posible que muchos pintores surrealistas de hoy estén jugando a componer escenas inverosímiles…imaginando esas escenas. Pintándolas… Pero eso no es surrealismo. Eso es imaginación.
Te lo dice alguien que pese a haber compuesto obras surrealistas previamente, un día tuvo su primera experiencia psíquica. Accedió a canalizar primero verbalmente y después con la escritura automática, la voz de otras mentes (provengan de donde provengan) de su propia psique o de entidades supra humanas, pero que en cualquier caso asiste con la misma expectación y actitud crítica que cualquiera, a lo que su mente oye y sus manos escriben.
Alguien que no conocía el manifiesto de Bretón y que cuando lo leyó comprendió que esa era su misma experiencia vital.
Os traigo una de mis últimas obras. Lo especial de esta obra, aparte de que su técnica cerámica es algo novedoso, es que está compuesta en base a un mensaje “canalizado”
Dicho mensaje está incluido en la obra (pese que no aparece en las fotos) y es una síntesis de una comunicación que ocupó 3 folios… Es la historia de un soldado griego que vivió bajo dominio romano en los tiempos de inicio del cristianismo. El narra una historia de conflicto entre sus creencias y sus actos, y la narra desde su vivencia actual en la oscuridad, de la que no sabe salir…
Mi nombre es Domentopoulos.
Tu escuchas el sonido de mi nombre.
Escuchas mi pensamiento.
Yo fui un soldado de Grecia. Nuestro
emperador entonces era Nerón.
Mi cometido en la guerra fue vigilar la
retaguardia de nuestras tropas. Alertar de la
incursión del enemigo. Impedir que deserten
nuestros propios soldados…
Se nos obligaba a luchar por nuestra
república de esclavos, donde los únicos
ciudadanos eran los más ricos.
Servíamos a los poderosos donde nos
pusieran. Cuando alguien intentaba escapar,
había que herirlo.
Teníamos la tristeza de ser los mismos
pobres los que agredíamos a nuestros
hermanos. No estábamos en disposición de
pensar nada que no fuera obedecer…
Tras el combate, teníamos que enterrar a
los muertos, con el terrible hedor y las moscas.
Después bebíamos licor de cereza, al que
añadían lo más terrible: La hiel de los muertos
enemigos, pretendiendo tomar posesión del
espíritu del vencido. Decían que el espíritu de
un muerto vive dentro de un vivo, así seríamos
más valientes. Seríamos inmunes.
Lo tragábamos de una vez evitando el asco,
pese a que muchos, sentíamos nauseas.
Porque… Yo era cristiano en secreto.
Pero fui un cobarde.
Yo no perecí por el enemigo en batalla.
Al soldado que iba a mi lado se le escapó la
espada y me dio un tajo de muerte en la cabeza.
Desde entonces, a mi alrededor solo veo oscuridad.
Estoy solo…
domentopovilos