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Una generación de alquimistas

Una generación de alquimistas

DOMINGUEZ Y BUIS GALERÍA / Jalapa, Veracruz, México

Del 16 / 11 / 2019 al 16 / 1 / 2020

La generación de artistas de los 80s en Cuba surge en el crisol del proyecto socialista, es el resultado de años de esfuerzos de la sociedad cubana por mejorar las condiciones sociales, por elevar la voluntad del individuo como fuerza motriz de perfeccionamiento. Las artes fueron beneficiadas producto de este empeño y fuimos, como creadores, fruto directo de este propósito.

Esta generación da muestra de su capacidad creativa y profesional desde sus primeras incursiones en la escena cubana del arte y la cultura. Marca nuevas pautas estéticas y sitúa la producción artística de la isla a niveles de importancia internacional. El interés de sus primeros exponentes por el conceptualismo, la antropología y la actualización de corrientes contemporáneas, crea las bases sobre las que crecerán sus seguidores, jóvenes artistas que, catapultados, emprenden una búsqueda de conocimientos y cuestionamientos con el objetivo de encontrar su sentido de pertenencia dentro del contexto cultural cubano.

No conformándose con las verdades y conocimientos heredados, emprenden una cruzada de cuestionamientos que abarcan desde la naturaleza misma del arte hasta el papel del artista dentro de su realidad. Por su parte las instituciones de arte cubanas no estaban preparadas para confrontar la ofensiva conceptual y autocrítica. Los nuevos creadores se oponían a manifestar en sus obras contenidos complacientes, institucionales u oficialistas. Con gran fuerza de producción y criterios presionaban los límites permisivos de las instituciones y ponían a prueba los lineamientos de la plataforma programática de la cultura cubana.

El resultado de esta confrontación no planeada -irónicamente compartían el mismo fin, pero desde perfiles filosóficos diferentes-, termina por generar una fricción insostenible para las instituciones cubanas que optan por el camino más fácil: la censura y el cierre total de espacios de arte para toda aquella generación del “hombre nuevo”, fruto de un ambicioso proyecto educativo y cultural.

De manera histórica y abrupta, muchos artistas de relevante importancia en las artes cubanas se ven obligados a emigrar al exterior; un acuerdo consensuado entre las partes con la intención de no generar problemas que a nadie convenían.

El acto final para esta generación en conflicto es el juego de pelota La plástica cubana se dedica al béisbol, en el cual participan casi todos los artistas de la generación y críticos de arte como Gerardo Mosquera, Iván de la nuez, etc.

La migración de manera inmediata sitúa a esta generación en un nuevo reto. Entender nuevos conceptos, prácticas de cultura, diferente contexto y valores sociales. La producción artística bajo nuevos parámetros de legitimación y consumo.

Nuevas exigencias sociales y nuevo rol para el artista que trata de insertarse dentro de una nueva realidad basada en reglas de mercado. Es entre estos dos extremos, socialismo versus capitalismo, que evoluciona y se adapta esta generación de arte cubano de los 80s.

Mantenerse fiel al compromiso de producir arte mientras aprendes la manera de sobrevivir en un contexto desconocido y antagónico a tus orígenes, conlleva un alto grado de enfoque y persistencia. Muchos quedan en el camino por el agotamiento de evolucionar y sobrevivir a marchas forzadas y de manera simultánea. Solo los más adaptados aplican lo aprendido en la realidad a su labor creadora, para formular un producto artístico con un importante grado de honestidad y cualidades de mercado. Por esta razón considero ésta una generación de alquimistas, que crea cualidades de ingredientes antagónicos.

Preámbulo a la exposición EXIT ART 80’s Arte Cubano Independiente

Por: Hubert Moreno

4 comentarios en «Una generación de alquimistas»

  • Un dato no me queda claro en este artículo…»El acto final para esta generación en conflicto es el juego de pelota La plástica cubana se dedica al béisbol» …pero varios críticos (entre ellos Gerardo Mosquera, Eugenio Valdes, Héctor Antón y Orlando Hernández) han señalado que ese «acto final» fue a principios de 1990 con la exhibición El Objeto Esculturado, curada por Felix Suazo y Alexis Somoza Erice. Y justo después fue el éxodo masivo de artistas plásticos, o como dicen en el artículo «De manera histórica y abrupta, muchos artistas de relevante importancia en las artes cubanas se ven obligados a emigrar al exterior»

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    • El objeto esculturado no es un acto final, es solo un intento fallido de institucionalizar dentro de los marcos convenientes el conflicto existente. El fracaso queda reafirmado por la acción personal y no generacional de el artistas Ángel Delgado.
      El Jugo de Pelota, es por desicion colectiva y planeada por los artistas, el último acto posible debido al cierre total de oportunidades en los espacios institucionales.
      Si ese no fuera el mensaje del Juego de Pelota, entonces cuál sería su relevancia como acto artística.
      En última instancias, es esa la única razón por la que organice y convoqué junto a Abdel Hernández y otros artistas el mencionado juego.
      Aprovecho para señalar que en cuestión de crónicas del momento vale más la palabra de los actores reales u organizadores por ser información directa de la fuente. Hablamos de principios básicos de metodología de la investigación.

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