CONTRAPORTADA

Analvis Somoza

Por: Redacción

01:10

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Abordar la emigración en el arte se ha transformado en una respuesta a los múltiples problemas que de ella surgen. Analvis Somoza no solo trata este tema en su trabajo sino que se compromete con él, pero no desde el punto de vista externo de quien opina, sino desde una óptica sentimental, vívida y profunda hasta los tuétanos.

No hay que olvidar que las migraciones han modificado al arte contemporáneo, porque los desplazamientos han condicionado diversos tipos de sincretismo cultural, diferentes influencias y mezclas. Sin los movimientos migratorios no existirían muchos de los lenguajes expresivos del presente, y también fuera otra la difusión y la distribución del producto artístico.

La obra que hoy luce nuestra contraportada, Emigrantes en Miami, parece querer transmitir que cuando el cubano emigra intenta llevarse consigo su hogar, Por supuesto, no aquella casa física que pierde, sino el calor hogareño que de ella se desprende, la sensación de protección que ella representa. Se lleva su casa y su música, y un tipo de nostalgia muy específica que tiene que ver con la irrevocabilidad de la decisión de marchar.

Analvis, en su descripción de esta pieza, manifiesta:

«Esta obra rinde homenaje al analista Irving Vladimir Aguilar Saravia, quien fue uno de los principales impulsores de la transculturación en el contexto de la globalización. En sus planteamientos, nos hace reflexionar sobre la importancia de una base sólida en una cultura para que perdure en el tiempo. Nos insta a investigar y arraigar nuestras propias culturas en la sociedad, evitando que se pierdan (…)».

La artista explora las experiencias y sensaciones relacionadas con el desplazamiento, ella no se recrea en las condiciones precarias de la emigración por mar, sino que se centra en la mirada melancólica del emigrante, apunta a lo interno sobre lo externo. Y sobre todo, nos hace recordar que al cambiar de sitio, aunque asumimos nuevas costumbres, no dejamos de ser quienes somos. ■