¿VE MUCHO O POCO?
¿VE MUCHO O POCO?
El artista norteamericano Ad Reinhardt (1913-1967), que al final encontró la idea suprema del “all black” (todo negro), le dio por formular los Seis Principios Generales o los Seis Nudos:
- Nada de realismo ni existencialismo.
- Nada de impresionismo.
- Nada de expresionismo ni surrealismo.
- Nada de fauvismo, primitivismo o arte bruto (se le ha olvidado el futurismo).
- Nada de constructivismo, de escultura –es un ejercicio exclusivamente mecánico-, de plasticismo o artes gráficas. Nada de collage, de pasta, de papel de arena o cuerda.
- Nada de trompe-l´oeil, de decoración o de arquitectura.
Al final, y en resumen, o lo vemos todo negro o no vemos nada. Por tanto, no resulta, en ocasiones, difícil llegar a la conclusión que las teorías o las simples especulaciones, en una progresión paroxística, desemboquen en la conformación de códigos cada vez más absurdos. En mi opinión, el desconcierto ante el futuro del arte da lugar a que se quiera despojar a lo visual de lo fundamental de su esencia.
Balthus era más tajante: “la mayoría de los artistas que se dedican al llamado arte contemporáneo son unos imbéciles que no saben nada de pintura…” Y añadía: “no me cansaré de decir que los desvaríos de la pintura contemporánea se deben a esa falta de tesón, de silencio disciplinado”.
Así, sin tener que ver y mirar, la humanidad crearía su propia estética desde la base de un pensamiento cuya máxima aspiración sería declarar la muerte del arte y el nacimiento de un zoo cosmético. No le queda otra solución, aunque nunca sabrá cuál es la naturaleza de ese nuevo fenómeno. Por lo menos hasta que apareciesen los pertinentes o impertinentes exégetas.
Afortunadamente hay otros teóricos que auguran la salvación y continuidad del arte si logra proseguir con su aventura en torno a la absorción y globalización al máximo de las demás realidades ajenas, para lo cual se requiere una total certeza en esta materia: la de que el arte es comunicación, mensaje, conocimiento, experiencia, creación y sensibilidad. El resto está vacío, con dudas e incertidumbres, o incluso una terrible ignorancia deshumanizadora.
Por: Gregorio Vigil-Escalera
Ilustraciones:
Rigoberto Rodríguez Camacho