ÁNGEL CANTERO, pintor
ÁNGEL CANTERO, pintor
Desde el 4 de mayo el leonés Ángel Cantero mostrará su pintura en el Espacio de Arte C. S.-Villegas (Vilagarcía de Arousa, Pontevedra). En esta exposición de realismo simbolista, muestra una selección de obras que ofrecen una visión de su recorrido más personal de peregrinaje por simbologías que hilvanan lo exotérico con lo esotérico, pero sobre todo maneja símbolos muy universales para propiciar lecturas muy diferentes, buscando intencionadamente la polisemia, con un constante juego entre el trampantojo de la pintura y los elementos representados, y los significados más velados que se pueden esconder en el lenguaje visual.
Ángel Cantero y el secreto de las piedras.
El hombre, desde los tiempos ancestrales, siente una necesidad de explicarse y explicar su cultura, de perpetuarse a través del símbolo. El símbolo constituye un lenguaje espiritual cuyo desciframiento nos descubre el universo y la concepción de la vida en una época y nos acerca de ese carácter universal que aúna diferentes civilizaciones, con distinta visión.
Ángel Cantero es un pintor seducido, no por las arquitecturas, sino por la comunicación de ideas trascendentes reflejadas en el lenguaje simbólico del románico, un arte donde nada es gratuito o insignificante.
Frente al tratamiento estético de una obra contemporánea, donde la minuciosidad y el mimo en el trabajo, así como el tratamiento del color y las texturas ponen de manifiesto un conocimiento profundo de la técnica, surge, desvelado sutilmente, el misterio criptográfico del Románico, un arte sagrado, que sitúa al pintor ante el gran reto de un lenguaje atemporal y multidimensional, propicio para la reflexión sobre significados más profundos, no los inmediatamente perceptibles.
Para Ángel Cantero el símbolo es la representación sensible de una idea, el que entabla un diálogo entre lo manifiesto y lo oculto, lo sensible y lo velado, lo consciente y lo irreal. El símbolo refleja, mejor que nada, nuestra esencia, esa realidad íntima que permanece a través del tiempo y las culturas y su polisemia nos pone de manifiesto la universalidad de las mismas.
La obra del artista leonés constituye una continua sugerencia, donde el carácter sintético e intuitivo de la numerología conjuga lo temporal con lo eterno. Tierra, agua, aire y fuego están presentes en la obra del pintor y, como un cantero más, va dejando su huella, desvelando el criptograma genético de nuestra historia.
Pero todo este lenguaje con el que Ángel Cantero nos seduce, constituye, no un conjunto de verdades inamovibles, sino, un cabo suelto para que nuestra sensibilidad prescinda de la rutina y de las realidades perceptibles e inmediatas y sea capaz de trascender a través de otras culturas y disfrutar del misterio de otras realidades que, si bien jamás serán conquistadas, si conocidas y disfrutadas como parte de nuestra historia y elemento constitutivo de nuestra esencia.