Videocreación cubana en Estados Unidos
Por: Ángel Alonso
Una abarcadora muestra de video cubano tuvo lugar en el Experiments in Cinema International Film Festival en Albuquerque, New Mexico, y en Cine Las Americas International Film Festival en Austin, Texas. Entrevistar al equipo de curadores como a un ente único, más allá de las particulares e insustituibles respuestas personales, guarda relación con el modo en que estas presentaciones se han realizado. Me refiero al principio de colaboración, sin el cual no hubiera sido posible este trabajo, pleno de riesgos y de magnitudes extraordinarias.
Ángel Alonso: ¿Podrían comentar acerca de estas presentaciones de videoarte cubano en Estados Unidos?
Equipo de curadores: Esta es la primera vez que un programa razonado sobre video cubano se presenta en los Estados Unidos, y es -hasta donde sabemos- la mayor muestra de videos vinculados a las artes visuales que se ha presentado fuera de Cuba. Bajo el titulo Mover las cosas: la videocreación en Cuba / Move Things: videocreation in Cuba, incluyó sesenta y cinco obras audiovisuales asociadas a cincuenta y cuatro artistas, a partir de cuatro programas temáticos curados y proyectados en cine y una videoinstalación expuesta en una galería.
La propuesta que llevamos no se centró únicamente en la presentación de los programas de video, sino también en un programa científico integrado por conferencias, estas tuvieron como escenario el Departamento de Arte Cinematográfico de la Universidad de Nuevo México. Las sesiones de preguntas y respuestas, luego de cada proyección, respondían a los procesos de investigaciones que cada uno de los miembros del equipo ha desarrollado por años, con un auditorio conformado por creadores, investigadores, críticos y profesores.
A.A.: ¿Cómo fue la acogida del público estadounidense?
E.C.: Fue revelador para el equipo encontrarse con un grupo de personas tan interesadas en el arte cubano, en conocer sobre su desarrollo y las problemáticas fundamentales a las cuales se enfrenta. A la vez, fueron sorprendidos por el nivel de las obras presentadas, así como los referentes internacionales que manejan nuestros artistas. Los criterios estéticos, la relación de las obras con otros géneros, la factura, las tecnologías que se emplearon para estas realizaciones y la vitalidad del movimiento audiovisual cubano, fueron otros elementos que llamaron la atención de los diferentes auditorios que tuvo el programa que presentamos en los Estados Unidos.
Una de las preguntas que se repitió con frecuencia giró alrededor de la conservación de los videos por parte de los artistas y las instituciones cubanas. No existe todavía en nuestro contexto del arte una consciencia tan visible sobre este tópico al nivel de la que encontramos allí y esta experiencia activa la alarma en cuanto a la importancia de este tema para la salvaguarda del patrimonio audiovisual experimental cubano.
La pluralidad de discursos que ha posibilitado la videocreación -sobre todo a partir de la popularización de los medios digitales- ofrece un panorama tan diverso como difícil de asimilar, la labor del curador se torna entonces imprescindible, pues tendrá que afrontar la titánica tarea de analizar, ordenar y esclarecer el torrente de información que abarca tal variedad de lenguajes.
A.A.: ¿Podrían explicar brevemente la naturaleza de las presentaciones que cada uno de los curadores concibió?
E.C.: El proyecto comenzó hace mas de un año cuando Alberto Ramos, uno de los organizadores del Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, puso en contacto al artista visual Nestor Siré con Dominic Angerame y Bryan Konefsky, director de Experiments in Cinema International Experimental Film Festival de Albuquerque, Nuevo México. Luego nos reunimos un grupo de curadores con experiencia en video cubano para crear los diferentes programas y concebir la presentación más ambiciosa de video experimental cubano que se haya realizado fuera de Cuba.
Finalmente, nos presentamos en Experiments in Cinema del 18 al 23 de abril, con sede en el Guild Cinema y la UNM Cinematic Arts Department. Luego hicimos otra presentación en 20th Cine Las Américas International Film Festival con la colaboración de Experimental Response Cinema, en Austin, Texas, del 4 al 8 de mayo.
El equipo de curadores esta integrado por Magaly Espinosa, Caridad Blanco, Yainet Rodríguez y María de Lourdes Mariño.
Magaly Espinosa:
Mi programa “El Artista como reproductor cultural,” reunió obras de creadores pertenecientes a diferentes generaciones, que desde la última década han incursionado en temas relacionados con procesos sociales y culturales, en los que priman valores, hábitos, costumbres y creencias que emanan de la vida cotidiana y la cultura popular.
Para ello agrupé obras que refieren componentes de carácter etnográfico, como las del artista Javier Castro, otras que penetran el terreno de la economía como las realizaciones de Adrián Melis, para finalizar con aquellas más interesadas en juicios de orden ideológico y político, donde sobresalen nombres como Lázaro Saavedra y José Ángel Toirac, entre otros. Tal recorrido pretendió de forma sucinta mostrar la mirada de los artistas como portadores de los procesos que comentan, lo cual les confiere una cualidad particular: se narra desde lo vivido.
Caridad Blanco:
Mi programa “Videocreación: Formas animadas” versó en torno a la animación como forma de la imagen; afirmándola dentro del arte contemporáneo como espacio de pensamiento, con un espíritu crítico determinante y un interés manifiesto por las funciones del arte, no solo de orden estético, sino abiertas además en su valor comunicacional, cognoscitivo, social, a su cualidad de ente transformador.
Podía apreciarse en las obras seleccionadas como mediante la animación se lleva adelante esa crónica que motiva a los artistas, a la par de exponer conceptos, juicios; de dar cuerpo a experimentos plásticos; de evocarse percepciones singulares del tiempo. De igual modo se advertía como en esta forma temporal están mezcladas diferentes artes y se expande el alcance de lo visual, en tanto son aprovechadas las capacidades narrativas del medio. Unas veces mediante símbolos, figuraciones diversas –incluso textos–; otras, valiéndose de la acción dramática y de personajes. Era notable la ductilidad de este tipo de imagen para traducir procesos, propiciar estados sensoriales y generar atmósferas.
Construcciones simbólicas como las de Yunior Acosta, Diana Fonseca, Lázaro Saavedra, Analía Amaya, Fernando Rodríguez, Sandra Ramos, Yolyanko W. Argüelles, Ángel Alonso, Orestes Hernández, Reinier Nande, Glenda León, Yimit Ramírez, Amilkar Feria, Yamil Garrote, Camila García y Marlon Portales; indagaban sobre el destino del hombre, meditaban en torno a la vida, la muerte; expresaban juicios acerca del poder, la violencia, los ideales o la economía; referían sueños, obsesiones.
Eran paisajes, sentencias; sitios de discernimiento filosófico, poético; lugares de transfiguración. Elementos que llevan a valorar el registro que estas obras crean en toda su amplitud; lo mismo en su ascendencia expresionista que en su estirpe conceptual, ponderando igualmente sus posibilidades de operar con el cuerpo humano, de concretar fantasiosas figuraciones o de ser esa poesía visual donde han encarnado alegorías, ensayos y visiones geopolíticas.
Enlazadas al progreso y a la experimentación con la imagen en movimiento, esas formas animadas sobre las que mi programa llamó la atención, visibilizaron las cualidades de este tipo de imagen, su narratividad y el repertorio temático que movilizan, contribuyendo así a una compresión más cabal de las expresiones audiovisuales, en tanto las obras explicaban la nación que habitamos y también el mundo, alimentando sus imaginarios sociales.
Yainet Rodríguez:
El programa que curé: “Video en expansión”, se centra en la disolución de las fronteras entre las prácticas artísticas y en el cruce de manifestaciones; en este caso, de la videocreación con respecto a los lenguajes del cine, el video clip, el making of, la fotografía y el performance. En ese sentido, las obras son deudoras de una praxis artística operadora de expansiones semánticas que conllevan a rupturas formales y conceptuales con los lenguajes preestablecidos y las formas de percepción aceptadas por los públicos. Confrontadas las delimitantes, en los trabajos atisbamos cómo las experiencias de otras disciplinas nutren y amplían el diapasón de oportunidades y en qué medida es un aliciente para la mixtura y la libertad de la búsqueda expresiva.
En referencia a ese corpus no unitario en el que se entrecruzan los lenguajes, los formatos y los ámbitos de exposición, se presentaron aquellos materiales que supuestamente han sido creados para ser consumidos en un cine, pero que propiamente se distancian de los lenguajes por este establecido como las obras de los artistas Raúl Cordero, Glenda León, Liudmila y Nelson, entre otros.
Con más especificidad, varias obras de Nestor Siré, además de ser realizadas a través de capturas no profesionales, han participado en festivales de cine experimental. Sobresale en este sentido Superación (2012), pieza que intervino en Oberhausen International Festival of Short Film en 2016.
Koala (2013) del artista visual, diseñador y cineasta Yimit Ramírez, presentada por primera vez en la XII edición de la Muestra de Jóvenes Realizadores, es una pieza medular de acuerdo a los criterios curatoriales. La obra de Yimit ha modificado nuestra relación hacia la imagen en movimiento, en tanto esta viene a ser un complemento para una idea más grande que, desde la ironía, la burla y el extrañamiento, se aprovecha de las expectativas de los espectadores para cuestionar la propia veracidad del relato y la influencia que la industria cultural tiene sobre la manera del hombre de apropiarse del mundo.
Maria de Lourdes Mariño:
Mi programa “Ladrar toda la noche”, se enfoca en la autorepresentación. La mayoría de los videos presentados se estructuran a través de una narración que tematiza la propia individualidad, la historia personal documentada y al mismo tiempo fantaseada por una memoria hecha a retazos, una zona donde se encuentran trabajos como los de Adrián Curbelo.
Otro punto importante es la construcción de imaginarios o la participación en imaginarios sociales que nos sobrepasan. La memoria social a través de los recuerdos de la infancia. La pesadilla de lo real, el “hombre nuevo” como engendro de una sociedad sin padre, en trabajos como el de Kevin Ávila y Juan Pablo Estrada. Estas narraciones fantasiosas implican un proceso de redefinición de la historia, oficial o no, como es el caso del video de Leslie García. Podríamos decir con Zaira Zarza que hay una coherencia imaginaria entre la experiencia diaspórica y el sentido de fragmentación, son productos audiovisuales no nacionalistas que participan de una renarración del pasado y un redescubrimiento imaginativo del yo.
Nestor Siré:
La instalación interactiva con que participé en la exhibición especial presentada en la galería 516 Arts, en Albuquerque, como parte del programa general de Experiments in Cinema tiene como título Three and One Flags (2015 – 2017). Está obra toma la estructura de la obra Three Flags, de Jasper John, uno de los artistas que más significativamente, cuestionó y representó la bandera norteamericana dentro del arte.
Mi obra revisa un fenómeno que ha tenido lugar en los últimos dos años, luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos y constituye un registro de la presencia de la bandera estadounidense en el entorno cotidiano del país. Registro que consta de 900 clips de video filmados a partir de mi tránsito por diferentes ciudades, junto a la captura fílmica de 12 horas de permanencia de este símbolo en la embajada norteamericana en La Habana, y que, por medio de un software y sensores de movimiento, mostraba indistintamente uno u otro video activándose a partir de la cercanía de los espectadores.
Mi dilema en cuanto a la realización de este proyecto, es que fuera una obra más de banderas, conociendo la fuerte tradición que existe en el arte universal y cubano, en cuanto a este tipo de símbolo, por demás usado en ocasiones banalmente. No obstante, continúe con el proceso creativo de la misma, dada la intensidad que vi. había tomado el fenómeno al que quería referirme. Fenómeno que no es de mi agrado, pero que se ha convertido en una presencia llamativa en nuestro contexto, sobre la que he comenzado a reflexionar críticamente.
A.A.: ¿Cómo ven en este momento el desarrollo del videoarte en la isla?
El videoarte es una zona de creación de gran presencia en la isla. Una práctica a la que continúan sumándose artistas de distintas generaciones y filiaciones estéticas. Zona que al ser estudiada a profundidad permite descubrir no sólo nuevas poéticas sino vertientes de realización no visibilizadas y poco divulgadas.
A.A.: ¿Cómo valora el equipo esta experiencia?
La oportunidad de presentarnos en un contexto que desconoce en buena medida el arte cubano y el trabajo que desarrollan muchos críticos e investigadores en Cuba en tormo al mundo del video y otras expresiones artísticas. La experiencia del debate con un público especializado que provenía de un contexto completamente diferente al nuestro que hizo germinar un debate profundo, del cual todos sacamos provecho.
Lo más impresionante en el orden profesional fue la oportunidad de conocer personalmente a Gene Youngblood y asistir a la primera presentación pública de su más reciente investigación sobre el director de cine George Kuchar, en Experiments in Cinema, en Albuquerque.
No podemos dejar de mencionar la calidez con que fuimos recibidos en general por todos los asistentes a las diferentes presentaciones y por Bryan Konefsky, el que primero se interesó en nuestro trabajo y quien no solo fue el iniciador de esta aventura, sino que fue un ser en extremo atento a todos los aspectos de nuestra estancia en Nuevo Mexico y también Scott Stark y su esposa Kathleen Tyner quienes nos acogieron en Austin y Jean Anne Lauer, directora de Cine las Americas.
La investigación realizada desentraña un orden existente dentro del aparente caos. Ordenar, clasificar, encontrar puntos comunes entre propuestas presuntamente lejanas, resulta ineludible y proporciona al espectador la posibilidad de entender tan complejo fenómeno, premisa de una verdadera canalización de los contenidos emitidos desde las obras, pues sin un mínimo entendimiento no puede haber fruición estética alguna.