Fotografía
Ciertamente la obra fotográfica de Jesús Delfino, en su totalidad, es un hermoso conjunto de versos. Jesús utiliza como pocos la retórica del lenguaje visual y nos lleva a través de metáforas, metonimias, símiles y sobre todo el uso de una fina ironía, a interpretar según nuestras propias vivencias y sensibilidades las tan simples imágenes que él sabe convertir en complejas y sofisticadas obras de arte. Sabe unir elementos tradicionales para, a través de símbolos, lograr ese lenguaje tan propio, tan conceptual y sobre todo para lograr en los espectadores un gran impacto
Aquí presenta dos de sus últimos trabajos. En la obra Dichas y Desdichas, utiliza tres elementos, creando formalmente un triángulo, figura que tiene un gran atractivo visual. Pero, más que la forma, son los símbolos que une para crear una nueva expectativa. El dinero representa la parte material de la vida, sin él hay pobreza, con él, hay poder y riqueza. Y en este mundo disparatado que nos ha tocado vivir el dinero es la puerta que abre muchos caminos. La flor es la sensibilidad de los seres humanos, el sufrimiento y la alegría, el dolor y la dicha, es la parte espiritual del hombre y es tan frágil como los pétalos de una rosa. Y el dado, con su reflejo, es el destino, que es como un juego de azar. Y surgen preguntas que nos persiguen desde que tenemos uso de razón. ¿Es que la vida que nos toca depende de la suerte? ¿De las riquezas que tenemos o a las que aspiramos? ¿Qué papel juegan en este mundo desordenado nuestros sentimientos? ¿Por qué entonces dichas o desdichas?
La otra imagen que la acompaña, Opción, donde el centro de interés son unas manos agarradas a un clavo en llamas, obviamente nos lleva a recordar la expresión «agarrarse a un clavo ardiendo» que significa: valerse de cualquier recurso o medio, por difícil o arriesgado que sea, para salvarse de un peligro, evitar un mal que amenaza o conseguir alguna otra cosa. Y vienen a la mente cosas que hemos tenido que callar o hacer para no buscarnos un problema. Cuántas veces nos hemos agarrado a un clavo caliente, aunque con eso lo único que hemos buscado es ser más infelices, más desdichados. La vida en muchas ocasiones nos ha llevado a esa situación, a trabajar donde no nos gusta, a soportar personas que nos resultan detestables, a fingir, a ser hipócritas. Los seres humanos sabemos bastante de eso, porque mantenemos una doble moral, pero ese clavo al final nos hizo sobrevivir.
Definitivamente, estas dos fotos se complementan, forman un díptico que nos hace filosofar sobre la vida y hacernos preguntas ¿Por qué nací en esta familia, en este país, en esta época? ¿He vivido como realmente quería? ¿He hecho todo lo bueno o malo que quise hacer? ¿He sido dichoso o desdichado?
La obra de Jesús Delfino es persuasiva, nos atrae como un imán, nos atrapa, para no ser olvidada nunca más.
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