Tres pares de alas

Ana Novella, artista plástica con una dilatada carrera artística nos ha presentado su exposición Tres pares de alas. La muestra tuvo lugar entre los días 21 de enero y 1 de febrero en la Capella de Sant Sebastià coincidiendo con la festividad del Santo en Sant Pere Pescador. La artista en esta entrevista nos cuenta cómo nace y se desarrolla la idea de este proyecto y su feedback del mismo. En esta pintora multidisciplinar, de gran carácter en sus creaciones, encontramos marcadas influencias de surrealistas como Remedios Varo y Chagall, y de movimientos como el Art Brut de Dubuffet y prerrafaelistas. También la influencia literaria se hace presente en su obra con William Blake como referente. Con esta entrevista intentamos introducirnos en este lirismo colorista de Ana e indagar en lo real maravilloso de sus seres mágicos de nombre Serafines…

María León Bolívar_ Hola Ana ¿Qué te impulsa a pintar?

Ana Novella_  Es como una necesidad fisiológica, con sus momentos de pérdidas y reencuentros. Una vez que he acabado la obra, me invade una sensación de paz, de plenitud y de felicidad. Tal vez sea como una droga, de ahí la necesidad de volver a esas sensaciones.

ML_  ¿Qué vamos a ver en esta exposición?

AN_  He presentado una colección de seres alados de alta jerarquía que todo lo ven, pues poseen ojos en sus alas. Son Los Ángeles Serafines que te acompañan por los parajes del río Fluvià, mezclándose con la flora y la fauna. Agitando sus seis alas y durmiendo entre los árboles. Están representados en soportes tales como lienzos, papel, madera y alfombra.

ML_ ¿Qué te inclina a este estilo onírico-surrealista? y ¿Cómo visualizas estos mundos fantásticos antes de llevarlos al lienzo?

AN_  Las ideas las voy guardando en una libreta de apuntes, y empiezo a pintar el fondo sobre el lienzo después todo va surgiendo

Me encanta cambiar la realidad, porque me permite viajar y transformar lo imposible en posible. Es la pintura quien me dice cómo y qué pintar, es decir, por las noches viajo a través de los sueños, y por la mañana, desde la máxima honestidad y fidelidad conmigo misma y con mis sueños, creo la obra, juntamente con ideas que voy recogiendo de mis vivencias. Aunque son muchas las veces que, durante el proceso, siento el vértigo de quien está subido en una montaña rusa, que por suerte, siempre acaba donde empezó.