La pintura se siente más allá de mí
La pintura se siente más allá de mí
María Carballo
Por: Gregorio Vígil-Escalera
Cierto que el verdadero arte nunca está establecido sino que su naturaleza es la de siempre estar fluyendo. Y en el caso de la colombiana Carballo su singladura en el marco del campo abstracto –sin olvidar sus vestigios simbólicos- ofrece un tipo de placer óptico de tipo redentor, así llamado por Alois Riegl, con la heterogeneidad estilística y plástica de una intuición que se iguala a la expresión (Croce).
Hay en sus obras una exploración formal del color y de la estructura compositiva. Pero no le resta valor tal mera metodología, sino al contrario, conlleva una apertura y un entendimiento respecto a una experiencia que no opta más que por destapar el ser de lo pictórico y también el ser de sí misma. A tal operación no se le pone más límites que los que ella misma fija, si bien en un momento determinado ya no piensa en ellos y deja que la praxis los traspase.
La superficie densamente texturizada y manchada deviene un sudario que refleja una topografía de territorios en vías de transición, acaso porque su existencia revela un código fundamental de identidad y de un proceso que medita sobre lo que sendas y desarrollos depararán en el futuro si la creación va absorbiendo un mayor cúmulo de potencia visual. Los rasgos que como autora va exteriorizando han adquirido la condición de un espíritu material.
Y con ello la aparición de unos signos rotos que como despojos reflejan unas vicisitudes existenciales que desfallecen a la vuelta de cada esquina. Al funcionar como entes imprevistos del lamento y de una coreografía dentro del escenario cromático, se presentan como surgidos de historias que se cuentan sobre una base de colores, colores que al final acaban dialogando sobre esas encarnaciones y el papel que desempeñan en un quehacer virtuoso en tiempo y espacio.
Por lo tanto, estamos ante una producción que si en un momento concreto genera una visibilidad nítida, después, deteniéndose en una visión no apresurada, se muestra con una trama comunicativa más compleja y determinada en sus intenciones y voluntad artística.