Experiencia del vacío, arte de elección

El trabajo de Vera Khodakova apela a la tradición de crear lienzos a gran escala que pueden atraer al espectador no solo con una imagen impresionantemente representada, sino también con una narrativa convincente. La autora explora los temas eternos universales: nacimiento, muerte, destino, dolor y redención, considerando estos fenómenos de percepción sensorial como un camino hacia la introspección y el autoconocimiento.

El mensaje clave de su último proyecto Vacío, donde Khodakova utiliza colores locales puros y estructuras compositivas rígidas y dinámicas, es comprender el problema de la elección humana. Según la artista, la mayoría de las personas se encuentran en la llamada zona de confort, indicada simbólicamente en los lienzos en azul. Las áreas blancas sin pintar del lienzo simbolizan lo desconocido y el vacío. Las figuras humanas están siempre entre el vacío y las zonas de confort. La precariedad de tal situación genera inevitablemente ansiedad. La autora deliberadamente no da una respuesta sobre si quedarse o seguir adelante. Sus personajes no dan el último paso. La elección depende del espectador.

En el contexto del arte mundial, el estudio de las prácticas espirituales es una parte importante de la posición del autor como artista. A veces, la documentación dolorosamente nítida de un drama puede convertirse en una profunda meditación filosófica. Así, Khodakova reinterpreta las ideas del budismo zen, donde la realización de la «vacuidad» se considera la forma óptima de conocer «las cosas como son» y una especie de terapia espiritual. Después de todo, la vacuidad no significa la mera inexistencia, sino que, por el contrario, presupone la ausencia de autoexistencia. Khodakova combina con confianza las tradiciones de diferentes épocas, une lo antiguo y lo moderno, lo sagrado y lo actual. «Para mí, el vacío es un velo de niebla blanca, a través del cual es imposible discernir tu futuro. De una forma u otra, un día el vacío flota y llena todo el espacio vital. Y en estas nuevas e inusuales condiciones, rompiendo el silencio, imbuido del más puro resplandor blanco, de repente te das cuenta de que tu conciencia ha cedido por error al inconsciente colectivo. Pero de ahora en adelante no eres nada y eres todo. ¡Vacío y el universo entero! ¡Y lo que ves detrás de un velo de niebla blanca depende solo de ti!» – explica el artista.