UNA ROSA ES UNA ROSA

Por: Ángel Alonso

La obra de Joel Guzmán Velázquez

El desaparecido Rufo Caballero hizo una vez un vídeo que terminaba con la imagen de una rosa y le dije que estaba haciendo kitsch, pero el lúcido crítico me recordó las palabras de Gertrude Stain: «Rosa es una rosa es una rosa es una rosa». El hecho de asociarla con el kitsch era entonces un prejuicio de mi parte, y una manera miserable de perderme la belleza de una rosa abriéndose.

En nuestros tiempos hay una tendencia a relacionar con el kitsch a todo intento de asumir la belleza. A este extremo se llegó en la década de los 80, cuando el acto de enmarcar una obra era visto como decadente y los artistas montaban sus cuadros con tachuelas o presillas. Basta ya de prejuicios. Todo no tiene que ser agresivo, subversivo, radical, neo… trans…, post…, etc. Toda la contemporaneidad no debe ser vídeo, instalaciones, performances o fealdad rompedora (que ya no rompe nada) o ready made, ya más made que ready.

¿Por qué desplazar del arte, con el epíteto de manierista, a todo artista que intenta pintar las cosas hermosas de la vida? Joel pinta, con todo su derecho, las cosas hermosas de la vida, es una obra que celebra las virtudes de la sencillez, las relaciones humanas, el amor. Celebrar el amor no es una cursilería, es un acto importante, necesario. Pintar flores no es una banalidad, puede ser primordial, significativo, trascendental incluso, ya lo sabía muy bien Van Gogh con sus girasoles.

Y en Cuba Abela, Carlos Enríquez, Jorge Arche y muchos otros grandes artistas reflejaron la alegría de vivir con sencillez, la integración con la naturaleza y la vida campesina. Recrea escenas de felicidad, da protagonismo a las personas más humildes, retrata la paciente mirada de los campesinos. Con sabia candidez transita la vida e ignora el mal llamado «mundo del arte», no se contamina con la tontería competitiva de ese ámbito, anda su propio camino con plena seguridad, con auto confianza, y dibuja cada día con más rigor. Sus obras transmiten serenidad, el espectador las contempla y las comprende a fondo por lo mucho que comunican. Se trata de una obra sosegada, sin pretensiones y muy meditativa.

La obra de Joel Guzmán Velázquez posee un gran virtuosismo como dibujante, en algunas de ellas de puede ver el elemento más cubano que se pueda imaginar: el tabaco. Y lo contiene físicamente, las hojas de esta planta le sirven como bajo relieve expresivo que encarna la tierra, hojas secas convertidas en metáfora de surcos, de campo, de sensibilidad campesina, de trabajo arduo, del imperante sol. Al utilizar la hoja del tabaco Joel lo que hace es integrarse al mundo natural, específicamente al mundo del guajiro cubano.

Idilio
Idilio / Técnica mixta sobre lienzo /1.60 x 80 cm. / 2020

¿Una estrategia de mercado? ¿Por qué no? Después de saber que Guernica fue un encargo no hay razón alguna para acusar de comercial a ningún artista. La Capilla Sixtina también fue un encargo, y las conseciones que Miguel Ángel tuvo que hacer no disminuyen su grandeza. La obra de Joel Guzmán es rigurosa, limpia, auténtica y personal hasta la médula. Si lo más importante en un artista es tener una voz propia, una manera personal de hacer, ya Joel la posee y está muy bien encaminado a desarrollarla.

Al artista no le gusta que su obra se agote a la primera mirada, por eso se preocupa por detalles que no son recogidos por el espectador a primera vista, por ejemplo: esconde güijes1 camuflados en ciertas zonas de sus dibujos, también otras figuras en miniatura, este recurso provoca diferentes niveles de lectura. El ojo del espectador puede recrearse en los caleseros de los zunzunes o las mariposas, y la fruición estética de este acto calmado permite digerir mejor los contenidos.

Los temas que siempre le han motivado son las relaciones interpersonales, los sentimientos humanos más nobles. Concibe el arte como una herramienta curativa para el alma. Con el tiempo ha ido construyendo un universo fantástico propio lleno de cubanía y basado en sus propias experiencias de vida. Joel creció en un pueblo pequeño, en las faldas de la Sierra Maestra. Quizás por esta cercanía con la naturaleza es que se siente comprometido a demostrar al espectador un concepto de felicidad que se está olvidando con tanto estrés y vida citadina. Joel nos propone redescubrir la fuente de la verdadera belleza volviendo al mundo natural

 1. Duende enano del folclore popular campesino que suele aparecer en los cursos de agua.

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