Una mirada retrospectiva a la obra de Joan Parramón

Realizar una exposición retrospectiva es una labor compleja, ya que se trata de un recorrido por la obra de un creador a lo largo de su vida y en ella se debe apreciar su evolución artística. La tarea sería un poco más fácil si se tratase de un artista con una trayectoria lineal, pero estamos en presencia de Joan Parramón, cuyas preocupaciones artísticas han estado volcadas a una constante investigación, una verdadera exploración de la materia y de la luz.

Nacido en Barcelona en 1951, y siendo una figura prominente en el panorama del arte abstracto contemporáneo de Cataluña, su producción artística se distingue por un vibrante estallido de pinceladas que despliegan enérgicamente color y luz, elementos que constituyen la esencia de sus obras. A través de estas composiciones, el artista no solo logra capturar momentos fugaces de la experiencia sensorial, sino que también incita al espectador a una profunda reflexión sobre la naturaleza de la materia, así como sobre los misterios del inicio y el ocaso de la vida.

Parramón se enmarca dentro de una tradición de artistas que han buscado plasmar lo intangible a través del lenguaje visual del arte abstracto, utilizando formas, colores y composiciones para transmitir ideas y emociones más allá de la representación figurativa. Su enfoque en el proceso creativo como un intercambio entre fuerzas opuestas refleja una profunda reflexión sobre la relación entre lo divino y lo terrenal, dando lugar a obras que buscan transformar el universo a través de la armonía y la creación. Esto se puede ver muy claramente en su serie Dialeg de partícules abans la creació (Diálogo de partículas antes de la creación). La continuación de esta serie fue otra llamada Buscant la forma de l’univers (Buscando la forma del universo). En ella la pincelada parece liberarse aún más; en ocasiones los motivos centrales asemejan una suerte de nubes atómicas, tejidos de trazos expresivos que le acercan a los más irreverentes expresionistas.

Para contextualizar esta exploración, que aborda el concepto del inicio de la creación, podemos mencionar a artistas como Wassily Kandinsky y su teoría sobre la espiritualidad en el arte abstracto, o como Mark Rothko, quien creía que el arte podía ser una forma de comunicar lo sublime y lo trascendental, indagando en la relación entre lo espiritual y lo material. En el caso de Parramón, sus obras se manifiestan como un intento consciente de encapsular el color y las sensaciones derivadas de diversos materiales y momentos, en un proceso que invita al espectador a ser parte de un diálogo estético. Este enfoque recuerda la búsqueda de Claude Monet por capturar la luz en sus cuadros, así como la inquietud de Jackson Pollock por la inmediatez de la expresión. Cada lienzo de Parramón es un laboratorio de emociones donde los elementos visuales se entrelazan con la experiencia humana, planteando cuestiones sobre la vida y su transitoriedad.