Ante una obra, los códigos visuales nos interpelan, nos trasladan por sendas insospechadas, y a niveles cognitivos nunca antes presagiados. Los artistas poseen la facultad de requerir nuestros sentidos casi en su totalidad, lo que nos permite, como espectadores, aprehender contenidos sobre el hecho artístico para instaurar nuestro relato. La diversidad de elementos que se refieren a la creación, se hace palpable, y de ahí, lo seductor del arte.
La abstracción como tendencia plástica, evidencia diferentes e interesantísimos pasajes. A los creadores les toca desandar su propia historia y expresarse a su ritmo, sin otra atadura que estar a plenitud, o en sintonía, consigo mismo. En esta ocasión, de coexistencias afortunadas, realizo un breve estudio valorativo sobre la práctica de un novel artífice, quien siempre se ha planteado sublimes derroteros, un contexto que posibilita su crecimiento tanto espiritual como en materia artística.
El discursar sobre el universo de Richar Vico Cabrera (Santiago de Cuba, 1991), me ha permitido adentrarme en la faceta visual de este singular pintor, que deja entrever una constante búsqueda expresiva y al mismo tiempo, nos acerca a los elementos relevantes de su representación pictórica. Tradicionalmente recurre a la técnica del óleo sobre el lienzo, pero los formatos variables o el uso de otros soportes que utiliza en la experimentación, no demeritan la calidad de su labor. Al exponer trazos, concernientes a disímiles experiencias, lo realiza seguro de sí mismo, por lo que apreciamos pinceladas fuertes, gruesas, espontáneas, interrelacionadas de manera fehaciente con la temática que se aborda en la pieza y acompañada de una paleta vibrante, en la que los rojos, carmelitas, azules y verdes logran una sugerente mixtura en su visualidad. Elegantes composiciones y tonos, que varían dentro de sus respectivas gamas cromáticas, revelan obras ejecutadas magistralmente.
Los cuadros que abordan los temas místicos, como El principio del Espíritu y Transformación del ser, son ejemplos de una poética bien definida, mediante ellos nos descubre etapas vividas, y de esta forma, ha encontrado un camino para compartirlas. En un mismo espacio se yuxtaponen el verde, los azules, y el blanco, este último, interrelaciona todo el contexto y trasmite un ambiente de calma. Los entornos sosegados y las continuas referencias subjetivas, son parte indispensable de su pintura, así como la certeza de valores y la energía que desprenden sus creaciones. De forma muy permisible, hace suyos los matices y exquisitos trazos que refuerzan la estabilidad de la imagen.
Todo creador honesto quiere reflejar el mundo que lo rodea, la hora que le toca vivir; su sensibilidad es un instrumento, y su estilo su voz…
Antonio Vidal
Recordando, es una de las piezas que también atrae mi atención. Seduce, pues se logra un excelente dominio técnico, se realza el agradable aspecto visual predominante en las series representadas, y sin dudas, mantiene los aspectos cromáticos dentro de los límites que impone la organización de la obra. Vico apunta invariablemente al uso de líneas horizontales, verticales, a la presencia de las tonalidades frías que se apropian del cuadro, y logra trasmitir permanencia o serenidad, se hace palpable. Es fundamental y tangible, la pasión por lo que hace diariamente. Otra de sus imágenes, Juntos, aborda un pensamiento que corresponde a los vínculos de pareja. Los tonos cálidos inundan la secuencia de marcada sutileza, sin salirse de los cánones planteados por la abstracción.
Las obras de Vico Cabrera nos sugieren paisajes, conexiones espirituales que apenas sabemos reconocer y los estados emocionales derivados del oficio diario. Con una expresión definida entre tantas tendencias que subsisten, y con la necesidad de experimentar, nos sumerge en ese mundo de valores que invita a un proceso reflexivo. No por ser más libres las líneas de trabajo en cuanto a lo abstracto, viene a ser más fácil. Quedan metas por seguir, la deliberación acerca de novedosos motivos y conservar los aspectos de un indudable estilo. La creatividad incontenible, los bocetos y las sensaciones, apremian por verse definidos en variados formatos, elementos que abogan por la excelencia creadora. Su discurso pictórico referencia el desarrollo paulatino que acontece en los diferentes estadíos de la creación. Quien lleva el arte dentro, conoce de lo que hablo, las formas expresivas son parte de la existencia misma.
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