Credo

Sé de tu presencia eterna
porque creo en la gracia perenne de los sueños
en las verdades ocultas de los símbolos,
en el flujo de las vibraciones,
en el olor de la primavera,
en el balance renovador de las formas
y en la audaz simetría del silencio.

Creo en Morya y en su anhelo
en su sublime y magistral mirada,
en el lenguaje poderoso, en el azul del verso
y en la palabra.

Creo en la oda a la flor de Lis
en la dura constancia del antojo
en la paz que me salva en esos momentos
en que respiro ese mundo de callada presencia
y en la extraordinaria paz que me sorprende.

Vivir y sentir

No quiero más que hacer, vivir y sentir
como torbellino de aire fresco
ir al fondo de los instintos
sin pausa
recorriendo el sonido de mi voz
las ráfagas delirantes de los espacios
la fuerza poseída que desgarra mis horas
fascinada por el fuego eterno
que tiembla en mis sentidos
éxtasis de seducción a contratiempo de la brisa,
imponente augurio
a la desobediencia.