Pretendo acceder al deleite de los sentidos a través de un dibujo que procuro refinado…
Mi obra es una afirmación de mi mundo interior y espiritual. -nos afirma Odalys 

Hernández. Su trabajo, con un estilo propio de reminiscencias y predicciones ancestrales, se re-elabora desde una visión contemporánea no deseando únicamente apuntar sobre el contexto formal y plástico, sino además, desde un llamamiento a la incursión en el arte-magia. Gracias a la sabiduría de los símbolos y esa pasión que embadurna cada poro de la piel y el interior de la paleta con colores preñados de riqueza espiritual, de texturas y tonos que crean una atmósfera mística que me envuelve.

En esencia, la obra de Odalys es una vivencia perceptiva con múltiples vibraciones de luz y sombras, texturas, líneas refinadas y un halo de vivencias herméticas que fluyen con los símbolos en el arduo ascenso hacia la auténtica libertad del espíritu humano, un camino que señala el paso de la lírica y lo sutil, de la poesía en imágenes y un canto a la expresión sublime. 

Odalys intenta centrar los valores espaciales y plásticos en una composición que no busca enaltecer juicios sobre lo bello o lo deseable, sino más bien ir al fondo de la belleza espiritual a través de la limpia sobriedad de manchas que seducen la línea creando formas en suaves pinceladas del universo del color que irradia vibraciones que celebran el canto secreto de la luz, la composición estética y el equilibrio de la obra de arte.