Bellas artes
Hablar o exponer sobre arte homoerótico en Cuba no es lo más común, tal vez por los tabúes y prohibiciones que han existido sobre esta temática; el tema es prácticamente inexistente en circuitos de galerías e instituciones del arte nacional y sin un mercado para comercializar obras de este tipo. El homoerotismo en el arte hace referencia a la tendencia social caracterizada por la presencia de emociones eróticas, o deseos sexuales, que se centran en personas del mismo sexo y está íntimamente relacionado con el concepto de homosexualidad. Es precisamente la fotografía la que mejor ha desarrollado esta tendencia, por la diversidad de estilos que ha utilizado para representarla. La fotografía homoerótica no tiene una intención pornográfica, aunque puede recurrir a técnicas como el desnudo, se enfoca únicamente a retratar a una, o varias, figuras femeninas o masculinas en un escenario estético.
Y precisamente, lo novedoso de la obra homoerótica de Jesús Delfino radica en que se aparta por completo de esos estilos glamorosos y tradicionales y de una forma original nos trasmite las sensaciones eróticas que pueden sentir dos mujeres en su intimidad a través del enlazamiento de dos tijeras, o el coito masculino entre dos hombres representados por dos simples agujas.
Obras eminentemente conceptuales y minimalistas, pero que nos conducen a percibir el acto amoroso entre dos seres del mismo sexo de una forma directa, diáfana. En ninguna de las dos obras hay belleza o atracción al cuerpo humano, pero sin embargo la percepción de las mismas nos lleva al acto sexual homosexual, de una forma simple y fácil de interpretar hasta por neófitos. Ambas fotos crean un díptico que resulta sumamente novedoso dentro del postmodernismo actual y que van logrando que este arte tenga cada vez mayor visibilidad en las galerías y medios de comunicación. •
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