Chus San
Su viva presencia en el panorama del arte español
Por: Ángel Alonso
«Chus San, no es una pintora estancada,
se aprecia en su obra, una andadura,
donde su deseo de explorar nuevos lenguajes plásticos
hace que cada día nos sorprenda con bellas obras».
Evaristo Palacios.
Habituados a los esfuerzos que realizan los artistas para justificar lo que hacen frente a la sociedad -sobre todo ante la inquisición de los críticos, curadores y poderosas instituciones que deciden qué es o no es el arte- nos cuesta trabajo creer que todavía existan creadores que, libres de toda presión externa, edifican su obra desde la más profunda intuición y ajenos a las directrices del mainstream. Este es el caso de Chus San (María Chus Sánchez Gómez) artista española, quien cuenta con un currículum tan rico y extenso que no necesita -para nada- insertarse en ningún ismo de moda.
Si bien podemos apreciar en su obra temas como la figura de la mujer o la presencia del mundo natural, no es precisamente allí donde encontraremos las características que más individualizan su trabajo. Más allá de la variedad de lenguajes que aborda, más allá de la presencia de lo abstracto y lo figurativo (o a veces la mezcla de los dos) en sus cuadros, lo que determina su carácter es el hecho de afrontar la pintura con la misma sonrisa amplia que preside su propia vida, me refiero a una actitud ante el arte tan sana que no hay cabida en ella para la negatividad ni la preocupación.
Ya sé que no fue eso lo que nos enseñaron en la sesgada Historia del Arte que estudiamos; según los mitos que la misma abriga, había que volverse loco como Goya o cortarse la oreja como Van Gogh para ser artista. Había que encarnar el sufrimiento del prójimo y elevarse al cielo, el artista tenía que ser una especie de redentor. Desde esta óptica, el arte que irradia felicidad y celebra la belleza suele condenarse por una zona prepotente del medio artístico -no pocos críticos y curadores- bajo la etiqueta de «superficial», pero nada está más alejado de la verdad que ese prejuicio. Y así lo demuestra la obra de Chus, que celebra la vida y la belleza con una intensidad que nos deja atónitos.
La naturalidad con la que Chus pinta, esa manera de vivir el arte como un modo de respirar, le ha valido numerosos reconocimientos. Quizás uno de los más significativos de su carrera es haber sido seleccionada, con su obra Memory, al 56 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura 2021.
También ha sido importante su presencia en la Feria FESTIARTE de Marbella este mismo año (en la que se presentaron dos de sus obras), en la Feria Internacional Artist 360° en Madrid, celebrada en el Centro de Convenciones del Hotel IIunion Pio XII, en el Certamen Alfonso, sabio de corazón, organizado por la A.E.P.E. (Asociación Española de Pintores y Escultores, Presidente: Don José Gabriel Astudillo López ) en el Centro Cultural San Clemente de Toledo, evento en el que estuvo presente con la obra Sabiduría y Dulzura. Además, participó en el Salón de Primavera de Valdepeñas, Ciudad Real, organizado también por la A.E.P.E., allí expuso su obra Sueño en Casablanca. Su participación en el libro Antología del Arte de Guto Ajayu Culture ha sido otro de los notables logros de su carrera. Ha recibido premios y Mención de Honor en el Centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada, con la Asociación Magenta (Presidente Evaristo Palacios) en los años 2015 y 2016.
Además de en los eventos colectivos la artista suele tener éxitos en sus exposiciones individuales. Su obra fue acogida por la Sala Eduardo Chicharro de la A.E.P.E. en el mes de mayo del 2021. Allí expuso 28 obras, la inauguración contó con un buen catálogo y la presencia de muchos artistas plásticos.
Chus San suele representar la figura de la mujer con un acento que proviene de la faceta más amable del expresionismo, rodeada de una riqueza cromática de tonos algo apastelados. Colores que recuerdan al fauvismo por la manera de emplearlos pero menos brillantes, menos dramáticos, infinitamente más afables. Al ver sus representaciones tenemos la tendencia a crear en nuestra mente una posible historia acontecida en la escena. En su obra abstracta, igualmente rica en armonía pero diferente en cuanto a la investigación que conlleva, notamos una atención especial a la materia empleada. En sus exploraciones abstractas se permite una libertad absoluta, se recrea con los pigmentos y va descubriendo recursos que luego desarrolla.
Estamos ante una artista de mucha energía y vitalidad que se encuentra en pleno desarrollo de su carrera. Sus más de cuarenta exposiciones -entre colectivas e individuales- han dejado su huella en el amplio panorama del arte español.
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