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Bellas Artes

Sutileza y simbolismo en la obra de Ramón Pedraza

Por: Ángel Alonso

ARTÍCULO. (Versión digital)

Ya artistas como Asawa Ruth, en algunas de sus instalaciones de tejidos metálicos, o Louise Nevelson, a través de sus ensamblajes, en los que incorpora objetos utilitarios —en ocasiones con terminaciones brillantes y metálicas— y hasta el propio Calder, nos enseñaron que los elementos típicos de las artes decorativas no se han de proscribir, sino de asimilar. Ramon Pedraza (1966) los utiliza como medios expresivos que solidifican su discurso, emitiendo gran parte de su contenido.

La obra de Pedraza ha de enfrentarse, más allá de su evidente éxito, a prejuicios establecidos erróneamente en la escena del arte contemporáneo, que niegan todo lo que sea hermoso bajo la condena de cualquier expresión artística que roce lo decorativo. Un pensamiento muy extendido en el mainstream que, además de hipócrita, resultaría falso en este caso, en el que la fuerza de la imagen desarticula, enérgicamente, cualquier sospecha de pose superficial.

El impacto que nos producen estas piezas radica, precisamente, en el buen uso de los recursos del orfebre, ya que en sus procesos técnicos existe una mezcla de escultura y orfebrería, siendo esta última la que frecuentemente se acusa de superflua, olvidando que ha sido practicada desde la antigüedad en diversas culturas alrededor del mundo, y es considerada una forma de arte altamente valorada por su exquisitez y belleza.

En una escultura como Salida de Gambito se fusiona la representación humana con la simbología del ajedrez, un juego milenario que ha sido utilizado como metáfora de la lucha del hombre contra el destino a través de la inteligencia estratégica(1)

Marcel Duchamp y Man Ray han explorado esta temática en sus obras, como en el famoso Tablero de ajedrez de Duchamp, donde cada pieza se convierte en un símbolo de las complejidades de la vida y el poder. De esta manera, la escultura en cuestión se posiciona dentro de una larga tradición artística que busca explorar el significado detrás de los movimientos y las estructuras del ajedrez. La intención del artista,  se vuelca aquí en el tema del matrimonio: «la dama hace una salida por su rey, pero a la vez tiene un ala mecánica, que le permite elegir ser libre y no estar atada al Rey o esposo —comenta Pedraza—». 

Como es frecuente en su trabajo, el artista utiliza materiales diversos en esta pieza; tan distantes como el mármol de Carrara y el acero inoxidable, entre otros. Y si el material, como se ha demostrado, es parte importante del contenido, recordemos el uso del mármol de Carrara en obras de otros tiempos —como La Fuente de la India en La Habana— y el frecuente uso del acero inoxidable en obras contemporáneas como muchas de Anish Kapoor, Tony Cragg o Jeff Koons. El uso de materiales contrastantes no solo estimula la observación visual, sino que también invita al espectador a reflexionar sobre la intención del artista y los posibles significados detrás de la elección de esos materiales. Este contraste puede crear una tensión estética que despierta la curiosidad del público, generando un diálogo entre los elementos dispares que enriquece la experiencia estética y la lectura de la obra.

Cuando veo una obra como Mujer pulpo, por ejemplo, elaborada con similares recursos expresivos y materiales, las referencias son otras; no dejo de pensar en el mítico personaje cinematográfico de la película Alien y su influencia en la escultura contemporánea. Su herencia está presente en obras que exploran lo alienígena y lo desconocido, a través de formas y estilos inspirados en la estética de la famosa película.

La pieza resulta seductora y nos hace detenernos en su exquisita factura. El mundo natural se hace presente con la condición simbólica del pulpo y sus tentáculos. A causa de su naturaleza escurridiza este animal, por su condición misteriosa, resulta un símbolo  de lo oculto, de lo desconocido. Integrar la figura de la mujer a la del pulpo sugiere, con  sus múltiples tentáculos, su capacidad de hacer muchas cosas a la vez. Es una obra que encarna una  plena admiración a la mujer.

Su pieza El pensador presenta una reinterpretación audaz y provocativa de la obra homónima de Rodin, a través de la cual el artista invita al espectador a reflexionar sobre la complejidad de la condición humana. Al fusionar la imagen del pensador con la de un escarabajo y situarlo sobre un dado, se establece una interesante metáfora que sugiere la fragilidad y la vulnerabilidad del ser humano frente a las circunstancias adversas de la realidad contemporánea, marcada por conflictos bélicos y crisis humanitarias. De esta manera, la obra despierta en el observador una sensación de inquietud y conciencia sobre la urgencia de reflexionar acerca de nuestra propia existencia y el papel que desempeñamos en la sociedad. Se trata de un desafío al espectador a cuestionar y repensar sus valores, creencias y actitudes frente a los dilemas éticos que enfrenta la humanidad en la actualidad.

La obra de Ramón Pedraza  es auténtica y desprejuiciada, rigurosa y de un alto virtuosismo técnico, no gratuito ni en busca del aplauso, sino puesto al servicio de un contenido tan misterioso y ambiguo como el deseo de saber que despierta.

Nota:

1._ Recordemos El séptimo sello, la célebre película de Ingmar Bergman que relata el desarrollo de una partida de ajedrez entre un caballero cruzado y la Muerte, quien ha venido a tomar su alma

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