En Moscú, la capital multimillonaria de Rusia, viven y trabajan miles de artistas. Ellos sí tienen algo que mostrar a la amplia audiencia, pero a menudo no tienen ningún lugar para esto. Además, el auge de los museos rara vez refuerza la posición de la cultura y el arte fuera del centro de Moscú. Una joven propietaria de la galería, Irina Nikolskaya, que abrió el Pop-Up Museum en el centro de negocios de diseño de Neo Geo en cooperación con el desarrollador Stone Hedge, tomó la solución a estos dos problemas que se cruzan.

El mismo nombre Pop-Up determinará el carácter temporal del espacio de exposición -es un museo móvil-. El proyecto se desarrolló gradualmente, llenando más de 2 000 metros cuadrados de atrios y espacios públicos del centro de negocios con objetos de arte contemporáneo. Una parte importante de la estrategia de los organizadores fue la elección democrática de los artistas, así como la posibilidad de visitas gratuitas a las exposiciones para todos. Como resultado, el Pop-Up Museum se convirtió en un espacio donde las obras de arte contemporáneo van formando el entorno, y la variedad de temas y medios alimenta la mente y la imaginación, proclamando la libertad de la elección estética. Los servicios de la joven institución fueron galardonados: el museo recibió el SKOLKOVO ALUMNI AWARD en la categoría «Empresa Social del Año. 2019», así como «Voluntario de Rusia. 2020».