La ilusión de llevar un espacio que promueva verdaderos valores artísticos -sin sucumbir al comercialismo pedestre- necesita de una mente creativa. Fundar una galería de arte es siempre un atrevimiento, un riesgo, una aventura, pero la mayoría de ellas terminan quebrando o convirtiéndose en antros de venta kitsch, porque sobrevivir lo justifica todo. Pero el Arte con mayúsculas no cede a Maquiavelo, y busca entonces el refugio de aquellos soñadores capaces de poner los pies en la tierra. 

Se hace necesario entonces crear una dinámica diferente, una personalidad, una voz propia, este es el caso de LibrosArte, el nuevo espacio que irrumpe en Madrid para activar zonas poco exploradas de la creación, como ese género cada vez más visto en la escena del arte: El libro de artista. 

Es quizás este modo de creación -que comienza a aparecer en el terreno del arte desde La caja verde de Marcel Duchamp-, uno de los modos más desprejuiciados y abiertos en los que se desenvuelve el artista contemporáneo; rompe con aquella prohibición de los museos en la que la obra de arte «no se puede tocar» y establece una comunicación íntima con el espectador. Este trasciende su condición de observador para hojear, para examinar y tocar las texturas de la obra, incorporando a ella su experiencia y convirtiéndose en un lector de imágenes mucho más implicado en el discurso del artista, rebasando lo visual para incorporar lo táctil. El goce estético es aquí algo vívido, una inmersión en las imágenes del artista sin el distanciamiento que implica contemplar desde fuera la ventana de un cuadro. En este caso el espectador-participante salta por la ventana para introducirse en la obra.

Necesitábamos ya un espacio que diese respuesta a esta especial forma de creación, cada vez más popular entre los artistas contemporáneos, que vincula la literatura con las artes plásticas -con frecuencia, específicamente con la gráfica-. Este proyecto, fundado por su director, el editor Enrique Flores, incluye tres zonas de acción. En primer lugar está la sala más personalizada, la que le da nombre a la galería, donde el espectador puede encontrar libros de artista, luego está la sala de exposiciones temporales, y detrás de este escaparate encontramos una tercera zona, un tesoro, compuesto por obras gráficas de Tapies, Canogar, Miró, Arrollo, Feito, Clavé, Ouka Lelé, Equipo Crónica, etc. Además de muchas obras en catálogo. 

Cuando Enrique Flores realizó la edición de la primera obra de LibrosArte, titulada  Beethoven Inmortal, del artista Felipe Alarcón, ya se sabía que el proyecto crecería. Sobre esta experiencia nos cuenta el editor: «En Beethoven Inmortal se conjugan por primera vez la música clásica, la poesía y el arte contemporáneo. Es la obra que nace cuando Felipe y yo nos conocemos». 

Una de las principales obras que podemos disfrutar en la galería es Áurea Dicta, de Miquel Barceló, el primer Libro de Artista ideado, diseñado y controlado en su totalidad por Barceló.