«Si sirves a la Naturaleza, ella te servirá a ti».
Confucio
Una vez más la artista catalana Ana Novella nos sorprende con un giro interesante en su trabajo. Se trata de la exposición La voz de Aiguamolls, que tendrá lugar del 19 de abril al 30 de junio en la sala de exposiciones de El Cortalet, que funciona como centro de información dentro del Parc Natural dels Aiguamolls de l’Empordà (Carretera de Sant Pere Pescador a Castello d’ Empuries, GIV-6216, KM 4,2 Girona).
La muestra tiene como objetivo destacar la importancia de proteger las criaturas que habitan los diversos entornos naturales. «Si la fauna marina pudiera hablar nos expresaría su profunda preocupación por la futura construcción de los eólicos marinos de Roses; estos colosos de acero, a pesar de ser una fuente de energía renovable, también representan una amenaza y un impacto devastador, acústico y físico —expresa la artista—».
Estos ecosistemas son fundamentales para la biodiversidad y para mantener el equilibrio ecológico en la región. A través de las obras presentadas, la creadora busca sensibilizar al público sobre la belleza y fragilidad de estos espacios naturales, así como sobre la importancia de proteger y conservar la vida silvestre que los habita.
Los cuadros recrean la flora y fauna que puebla estas zonas, a través de la mirada ensoñadora y fantástica que caracteriza la obra de Ana Novella. El uso de colores vibrantes aporta a sus pinturas una sensación de alegría y vitalidad. Contienen estas piezas elementos simbólicos y metafóricos que invitan al espectador a interpretarlas de diversas maneras y a reflexionar sobre su significado más profundo. La presencia de figuras y objetos flotando en el aire, desafiando la fuerza de gravedad, añade un misterio a sus pinturas y las emparenta con el surrealismo. Aquí los cuadrúpedos pueden pastar sobre las alas de una mariposa que a su vez ostenta la cornamenta de un ciervo, de ese modo, desafía la lógica racional, creando un efecto de extrañeza en el espectador.
La forma en la que Novella combina elementos realistas con elementos fantásticos en sus obras crea un juego visual fascinante que estimula la imaginación y nos invita a adentrarnos en un mundo donde lo imposible se convierte en posible. Su capacidad para fusionar lo tangible con lo intangible y lo terrenal con lo espiritual nos hace cuestionar nuestra percepción de la realidad y nos sumerge en un viaje emocional, único y enriquecedor.
La artista logra crear una atmósfera perfectamente armónica y suave. En su mundo onírico, la presencia zoomorfa es protagonista y se puede apreciar la intención de sensibilizar al espectador con las criaturas que habitan el planeta. Cada detalle ha sido cuidadosamente trabajado con profesionalismo y control en el uso de la paleta de colores, creando un ambiente que invita a reflexionar sobre la belleza y fragilidad de la naturaleza. Es un llamado de atención sobre la importancia de proteger y respetar a todas las especies que coexisten en nuestro mundo.
Muchos son los escritores que han hablado de la obra de Ana Novella, uno de los textos más certeros que han analizado su trabajo nos dice:
«En sus lienzos y dibujos la fantasía se desborda y atrapa todo el cuadro. Su mano pareciera haber sido víctima del horror vacui, ya que no deja resquicio del lienzo sin pintar. Ana utiliza, para ello, una variadisima paleta cromática, y en este caleidoscopio subyugante las figuras danzan ingrávidas, a veces de manera centrípeta y otras veces de manera centrífuga, o, simplemente, sin orden ni concierto, pero en perfecta armonía compositiva».
Estas palabras de Ovidio Moré encierran una admiración que es común a todos los que conocemos su obra, que es una prolongación de su personalidad humilde y bondadosa. Estamos ante una artista muy entregada a su labor, y en ella prioriza su condición humana. De ahí su preocupación por el importante tema que aborda en esta exposición, y el sitio no podía ser mejor elegido para realizarla.
Ana Novella, al preguntarle por sus intenciones, argumenta: «Quiero invitar al espectador a escuchar las verdaderas necesidades de los animales, escuchar las voces desde nuestro corazón. ¿Qué dirían si pudieran hablar?». Ese es el pensamiento que sostiene esta exposición, la artista agradece por su apoyo a Josep Espigulé, exdirector pedagógico del Parc Natural dels Aiguamolls de l’Empordà y también al actual equipo directivo de ese hermoso lugar. •
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