Bellas artes
Hoy tenemos la suerte de estar en compañía de Antonio Hernández Duarte, quien reside en Bruselas desde hace 22 años. Él no solo ha dejado su huella en el campo de la neurología, también es un apasionado coleccionista de arte. Posee tanto obras de artistas consagrados como emergentes, reflejando una profunda admiración por la creatividad y la expresión artística.
En esta conversación, Antonio nos llevará a través de su viaje personal, compartiendo su perspectiva sobre el mundo del arte y la rica diversidad cultural que ha encontrado en Bélgica.
Ángel Alonso: Hola Antonio, para comenzar, una pregunta convencional pero muy necesaria: ¿Qué te motivó a coleccionar arte?
Antonio Hernández Duarte: La neurología, el estudio de la fisiología de la percepción de colores y formas, la teoría cromática de Young-Helmholtz, casi treinta años de lectura de la Historia del Arte, descubriendo el arte universal en Bélgica, Francia, Italia, España, Grecia… ¡Y Cuba! ¡Traer en cada obra de un artista de mi país un pedazo de patria! Nací en Pinar del Río, tierra de valiosos artistas de la plástica, desafortunadamente la provincia no cuenta con un museo de arte. Imagínate un museo de arte contemporáneo cubano e internacional en Viñales. Soñar no cuesta nada.
Á.A.: Esperemos que ese museo se construya algún día, por ahora los esfuerzos por conservar el arte se manifiestan, sobre todo, en colecciones como la tuya, que no se circunscribe únicamente al arte cubano pero lo tiene muy presente.
La vinculación que haces entre tu especialidad, la neurología, con el arte, me resulta nueva y también muy interesante, porque la ciencia y el arte son mucho más cercanas de lo que parece. En ambos campos se investiga, en ambos campos se descubre… Me imagino que por tu profesión estableces vínculos más allá de la relación paciente-médico.
A.H.D.: Por mi profesión estoy en contacto con personas de todos los orígenes, el Inglés, el francés y el holandes forman parte de mi vida cotidiana. La comunidad latinoamericana es muy vasta. Este es un país de integración, mis orígenes, lejos de ser un obstáculo, me han proporcionado oportunidades.
Á.A.: ¿Cómo seleccionas las piezas que forman parte de tu colección? ¿Qué es lo que buscas en una obra de arte?
A.H.D.: Coup de foudre —amor a primera vista—; el instinto de coleccionista me lleva a la búsqueda de nuevas adquisiciones. Esto es cíclico; cuando paso algún tiempo sin nuevas obras tengo el sentimiento de que algo me falta, surge la necesidad de adquirir una nueva pieza, y la ilusión de descubrirla es urgente. En la selección siempre tengo en cuenta a mis amigos artistas, o a otros que quisiera integrar en mi colección. Siempre en mi subconsciente está esa reflexión: «Me hace falta ahora algo como así, es necesario para mi colección este artista, esta obra se integrará muy bien…».
Muchas de estas creaciones, específicamente las de artistas cubanos, son herederas del fauvismo, del expresionismo y del surrealismo. Ellos son continuadores de estos movimientos, y yo admiro las obras de Matisse, Van Gogh, Gauguin, Modigliani, Toulouse Lautrec, Monet, Manet y, por supuesto, el surrealismo belga de Magritte
Á.A.: ¿Qué papel juegan tus orígenes cubanos en tu colección y en tu amor por el arte?
A.H.D.: Mira, es una colección fundamentalmente de arte cubano contemporáneo, de artistas amigos, nos conocemos, es una gran familia, casi siempre gestamos la obra a través de diálogos, en la mayoría de los casos he participado en el proceso de creación.
Á.A.: He visto que no te limitas a coleccionar pinturas o esculturas, sino que también tienes piezas en otros lenguajes, tu interés se extiende incluso a las artes decorativas.
A.H.D.: Sí, y también colecciono cristalería y porcelanas. El cristal de Val Saint Lambert, el más puro de los cristales, de origen belga, ya no se fabrica, la porcelana de Limoges… Me gusta que mis obras compartan el espacio con lámparas art-déco, porcelanas…
Á.A.: ¿Qué consejo le darías a alguien que recién empieza a coleccionar arte?
A.H.D.: Lo primero es hacer la diferencia entre un inversionista que compra para vender con beneficios y el coleccionista que necesita del arte. El auténtico coleccionismo está muy ligado al mecenazgo. Los coleccionistas de corazón no necesitan consejos, es algo muy natural.
Á.A.: ¿Has expuesto alguna vez tu colección?
A.H.D.: Nunca la he expuesto. Y publico muy poco. Muchos de los artistas cubanos de mi colección son emergentes. Yo hago esto por pasión, no es una inversión. Mira, comencé con arte cubano, después he creído interesante incluir arte en general y así ha ido creciendo mucho. Exponer por ahora sería complicado.
Á.A.: En lo que dices hay un punto que coincide con Artepoli, atendemos mucho más a la calidad de la obra que al nombre del artista. Y ya que ambos trabajamos con pasión, nos parece muy interesante que tengas un espacio permanente en nuestras páginas, así en cada número podemos abordar una parte de tu amplia colección.
A.H.D.: ¡Buena idea! Será como hacer una breve exposición de cada grupo de obras que la integran. Un artículo sobre obras realizadas por mujeres, por ejemplo, otro sobre los retratos que me han hecho los artistas…
Á.A.: Eso, y todas las ideas que surjan. ¡Bienvenido a bordo!∙
Comenta el artículo. Gracias