Lamothe

Por: Ángel Alonso

Hay artistas que viven «de» el arte, otros, en cambio, viven «para» el arte. Este es el caso del artista cubano Luis Lamothe Duribe, quien recientemente ha partido dejándonos un vacío muy grande y una tristeza avasalladora. Un artista con una obra inmensamente más valiosa que el poco reconocimiento que tuvo durante su hermosa y entregada vida al grabado y a la promoción de muchos otros artistas.

Los creadores, cuando son auténticos y entregados a su oficio, no tienen mucho tiempo para andar armando una estrategia de autopromoción ni para perseguir que los mistifiquen. Su natural humildad lo condicionaba más bien a destacar la obra de otros a través de proyectos interesantes e incluyentes.

Su desaparición física ha sido un gran golpe para todos los artistas que lo conocieron. ARTEPOLI no podía pasar por alto este hecho y le rinde un modesto homenaje difundiendo uno de sus cuadros. Sabemos que es muy poco para tanta grandeza y esperamos que las instituciones para las que trabajó también reconozcan su labor, proponemos que el Museo Nacional de Bellas Artes recoja su riguroso e importante trabajo.

La obra de Lamothe no es pretenciosa; es costumbrista, risueña, de un humor refinado y al mismo tiempo muy cubano. La realización, sin alardes técnicos superfluos, es la que necesita para llevar a cabo su discurso. Y es que las obras te dicen cómo son los artistas que las hacen. Y estos grabados que nos dejó son coherentes con su personalidad.

El escritor y crítico de arte Jorge Bermúdez, en su texto Grabados, por Luis Lamothe, publicado en la página de difusión de eventos culturales Las noches prohibidas del Paraíso, nos dice: «Él tiene el mérito de hacernos ver en su obra grabada, que la posmodernidad y, en particular, la de la Cuba de hoy, tiene su buena veta costumbrista, tal y como la tuvo en el siglo XIX de la mano de los grandes litógrafos que le precedieron.»

Luis Lamothe obtuvo varios premios en su país y fuera de él, como por ejemplo el del Estudio Taller Eduardo Roca, en el 8vo Encuentro Nacional de Grabado. Participó, como único artista cubano invitado, en la Bienal de Grabado Trois Rivieres de Canadá. Es de destacar también sus proyectos colectivos como Divertimentos (juegos de mesa populares), que aglutinó un grupo grande de artistas, así como su gran proyecto 500 x 500, de muy amplia participación (507 artistas), realizado para celebrar el 500 aniversario de la fundación de La Habana. 

Títeres
Títeres y Marionetas / Luís Lamothe / Xilografía / 59 x 50,5 cm. / 2002
Colección de Marilú Martínez-Ruiz.
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