CONVERTIR EN MILAGRO EL BARRO

OBRA RECIENTE DE JORGE DELGADO GUTIÉRREZ

Por: Ángel Alonso

El Marqués de Sade, encarcelado durante 27 años bajo diferentes regímenes, en diversas fortalezas, aún bajo la amenaza de la pena de muerte y sin ninguna esperanza de sobrevivir, escribía. Y cuando le quitaron el papel escribió en las sábanas y en las telas de su ropa, y cuando le quitaron la tinta y lo dejaron desnudo escribió con su propia mierda sobre las paredes. No aceptaba la posibilidad de dejar de escribir. Ni la ausencia de aceptación social, ni el hecho de que catalogaran como infames sus obras, pudieron evitar que continuase escribiendo.

Cuando un artista no tiene nada y todavía hace su obra nos damos cuenta de que sus creaciones obedecen, en primer lugar, a una necesidad interna. La creación ebulle en su mente y ha de plasmarla sí o sí. Sea en medio de una oleada de éxito o siendo ignorado, cuando realmente quieres hacer tu obra la haces.

Jorge Delgado Gutiérrez (1966) es un artista que, como dice una hermosa canción, «convierte en milagro el barro»1, porque viviendo bajo condiciones económicas  precarias y sin tener las posibilidades de comprar lienzo ni acrílico, ni cartulina, logró dar forma a su creación, y de ahí, de esa crisis económica en la que vive su país (Cuba) y en medio de una pandemia que no lo dejaba ni moverse, salieron estos cuadros tan ingeniosos como llenos de contenido. Estamos quizás frente a la etapa más fecunda de su carrera.

El material con el que está hecha la obra constituye siempre una parte importante de lo que esta expresa, como puede verse en ese texto tan clarificador que es El ademán de dirigir nubes2, allí Thomas McEvilley nos recuerda:

«Materiales tradicionales del arte, materiales industriales, esotéricos materiales de alta tecnología, materiales absurdistas (como las obras de Edward Ruscha en chocolate),  materiales neoprimitivos (como las obras en hueso y sangre de Eric Orr), materiales panteístas (el fuego de Klein), materiales de apariencia engañosa (plástico que parece yeso, madera preparada para lucir como piedra), todas estas decisiones del artista cargan contenido tanto como forma. Ellos son pronunciamientos de criterio que el espectador capta inmediatamente, aun sin pensarlos necesariamente como contenido. Son declaraciones de afiliación a, o de alienación de ciertas áreas de la tradición cultural, como digamos, el uso de ciertas técnicas industriales representa una celebración o al menos una aceptación de la cultura urbana industrial y el uso del mármol o la cerámica sugiere nostalgia por el mundo anterior a la Revolución Industrial».

Jorge parece tener mucha conciencia del uso del material y sus implicaciones. Lo cierto es que siempre apuntó al arte matérico y a aprovechar materiales de desecho como parte de su discurso. Recordemos sus obras en relieve construidas con aislante de refrigerador, o el aprovechamiento que hace del papel de lija por su especial color y textura; incluso sus cuadros elaborados en tiempos de más abundancia aprovechaban materiales no comunes, como la pasta que construye a base de cola blanca y otros recursos típicos del arte povera, lo que distingue esta serie realizada en cartones corrugados de embalaje es que ha sacado partido a la extrema escasez. A veces logra con el simple brillo de un barniz de carpintero una diferencia de tonalidad que explota al máximo sin necesidad de otro recurso, en ocasiones levantar la capa más superficial de papel saca a la vista las líneas de cartón que engordan las cajas de embalaje y esa textura de líneas contra el plano de la parte que no se rasgó arma la figura de un pez o de un hombre.

Sin renunciar a su figuración, que proviene de la pintura más primitiva —la de los orígenes, la de las cuevas— aplica con elegancia y sutileza capas de marmolina que al cuartearse nos recuerdan la aridez de los desiertos. Se puede notar un control inteligente y una intencionalidad obvia en cada efecto, cuida que cada accidente provocado llegue a donde tiene que llegar sin pasarse, sin convertirse en algo gratuito.

Así, convirtiendo la penuria material en contenido y expresándose a través de todo lo que encuentra, la obra de Jorge Delgado Gutiérrez se endurece hasta el punto de convertirle en uno de los artistas más interesantes de su país. •

1._ Canción Solo el amor, Silvio Rodríguez, álbum Causas y azares.
2._ En el ademán de dirigir nubes. (On the Manner, of Addressing Clouds.) Thomas McEvilley Publicado por primera vez en la revista Artforum, Junio, 1984.

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