GALERÍA ARTEPOLI
«El huevo es el misterioso núcleo en torno al cual las energías inconscientes se desplazan en evoluciones espirales y descubren poco a poco la esencia vital».
El libro de los símbolos: reflexiones sobre las imágenes arquetípicas. VV. AA. en el contexto del Archive for Research in Archetypal Symbolism (ARAS). 2011
La oración introductoria, referente al capítulo dedicado al huevo de El libro de los símbolos —basado en las teorías del psiquiatra Carl Gustav Jung—, arroja luz sobre la importancia de este cuerpo redondeado, dador de vida, como un símbolo presente en todas las culturas del mundo. Distintas disciplinas, como la antropología y especialmente la iconología, desvelan la trascendencia de imágenes tales como el huevo para aludir al nacimiento, por ejemplo, de nuevas ideas, e incluso, de la regeneración de la psique.
El arte de Edina Soós (Hungría, 1966) reflexiona en torno a la noción de origen, ya sea el origen del universo —haciendo un guiño al huevo cósmico—, de la vida, o de su propia existencia. Asimismo, está interesada en profundizar acerca de cómo nace el pensamiento, pero en concreto, sobre la importancia que tienen las actividades mentales inconscientes, esencialmente el onirismo, pero también la posible existencia de la precognición.
Sus obras artísticas exploran estos asuntos a través de distintas artes, por ejemplo la pintura, destacando el uso del óleo, así como de la técnica mixta, sobre lienzo. Por otro lado, no desdeña la creación de un arte más experimental, trabajando igualmente con el montaje digital de imágenes y/o vídeos, normalmente utilizando sus pinturas como base de las composiciones. En ocasiones, incorpora la inteligencia artificial para manipular las creaciones visuales y audiovisuales, convirtiéndolas en las piezas definitivas. Su lenguaje es abstracto y figurativo por igual, intentando integrarlo en su praxis.
El origen de cuestiones tan complejas y herméticas como la existencia del cosmos, o de la forma en la que germinó la vida en la Tierra, denotan que Soós es una artista que siente gran curiosidad por los eventos más relevantes, pero misteriosos, en los que está inmersa la humanidad. También es posible crear analogías; su trabajo, en el cual predomina lo azaroso, inconsciente e impulsivo, tras revolverse primero en su psique-huevo, eclosiona en calidad de obra artística, fruto de la artista al externalizar «las energías inconscientes». De hecho, su interés por el mundo de los sueños tiene mucho que ver con la idea de lo inexplicable que tanto le llama la atención, pues puntualmente algunos sueños prevén acontecimientos futuros, a pesar de nacer en el inconsciente —quizá signifique una suerte de sincronicidad, o tal vez simplemente se trate de casualidad—.
Asimismo, la noción de origen y creación de la vida no puede investigarla sin rastrear, a través de su arte, las maneras alternativas de concebir seres vivos, las cuales no son naturales, por ejemplo, la reproducción asistida o la clonación. En ese aspecto, le interesa también la participación de los avances científicos y tecnológicos en estas posibilidades. A través de la inteligencia artificial, Soós está jugando para experimentar a nivel creativo, pero igualmente reflexiona sobre el devenir incierto del ser humano ante el hipotético gobierno de las máquinas. •
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