Bellas artes
Henry Moore (1898-1986), el gran escultor británico del siglo XX, hijo de un minero socialista y sindicalista, mantuvo sus simpatías izquierdistas hasta el punto de afiliarse a la prosoviética Artists International Association (AIA) y aceptar, a sugerencia de Herbert Read, un encargo oficial consistente en la realización de unos dibujos realistas de mineros, como un modo personal de contribuir al esfuerzo bélico durante la Segunda Guerra Mundial (lo que le supuso vivir a lo largo de varias semanas junto a la mina de su pueblo natal de Castleford en Yorkshire).
Sin embargo, su concepción artística partía de bases muy distintas, en cuanto primaba la revolución formal y temática sobre la representación literal o naturalista. Su individualismo quedaba así puesto de manifiesto —en el fondo era un anarquista— y reflejado en lo declarado en una conferencia sobre El escultor en la sociedad moderna, celebrada en 1952, cuando habló de que algunas formas sociales son más favorables que otras para el arte, lo que exigiría del artista fijar su posición dentro de la escena política. No obstante, aducía, la relación entre arte y sociedad no puede ser planeada conscientemente, por lo que no cabe otra opción que trabajar en el marco de la estructura social contemporánea, la cual varía de un país a otro.
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